Sí, sé que siempre tiene que haber alguien que lo destroce todo. La típica persona hipócrita que lo hecha todo a perder, y llega en el momento menos oportuno. Que nos destroce por dentro y que haga que de nuestra cara aparezca una sonrisa apagada.
Pero, ¡y que mas dá!, ¿tenemos que seguirles el juego? Claro que no.
Somos inteligentes y sabemos lo que es mejor para cada uno. Y yo sé que ella no. Por eso he dejado que salga de mi vida, de mi mente para siempre.
Porque por una niñata celosa no me hundo. Sé levantarme con la cabeza bien alta. Y sobretodo sé decidir por mi misma.
-Si me tengo que equivocar alguna vez, yo decido como hacerlo.
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