Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

viernes, 10 de diciembre de 2010

Obligada a crecer..

Le decían que debía acostumbrarse a todo aquello, que tenía que cambiar si quería adaptarse a lo que le rodeaba en ese instante. Pero ella no quería, no le gustaba lo que veía y por ello no quería ser igual que cada una de las personas que le rodeaban. Veía en ellos demasiada madurez fingida en niños que al fin y al cabo sólo eran eso, niños, y que querían correr libres por cualquier sitio, y no fingir responsabilidades para ser mayores. No quería cambiar, ella era feliz siendo aquella pequeña e indefensa niña, pero notaba que el mundo le comía cada segundo que seguía siendo ella, cada segundo que miraba a su alrededor sin caminar. Le rodeaban adultos con prisas que no tenían tiempo más que para vestir a sus hijos, con ropa parecida a trajes y corbatas, y a sus hijas con faldas a cuadros y una camisa, todos iguales y acompañarlos a un autobús de camino a un colegio donde los columpios del recreo parecían estar demasiado tiempo sin usar. Ella no quería cambiar. No quería rodear de formalidad su vida, quería reír. Sabía que sólo era una niña, y los niños no fingen responsabilidades, los niños juegan; pero parecía ser la única conocedora de esto en aquél lugar. Le mandaban obedecer órdenes que no quería, y no le dejaban tiempo para jugar. En el jardín morían las flores que ella plantó antes de este tiempo, no había tiempo para regarlas. Perdió su infancia entre trabajos y obligaciones. Se olvidó de reír , y de jugar. Ya no era una niña, o eso le hicieron creer. Abandonó su infancia tras aquellas paredes que un día constituyeron su casa, y, sin más le hicieron acoger esa madurez , le obligaron a crecer.

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