Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

miércoles, 25 de mayo de 2011

El placer de la sencillez.


Hubo un tiempo en el que todo ésto era muy interesante para mí. Deslizarme sobre el suelo produciendo la sensación de no dar pasos, colocarme en posturas que resultaban incómodas o imposibles de realizar para los mortales, volar distancias cortas y posarme en tierra sin el menor sonido. Mover objetos por mera voluntad. En realidad al final, todo ello resulta basto. Los movimientos humanos poseen elegancia. Hay sabiduría en la carne, en el modo en que hace las cosas el cuerpo humano. Me gusta el ruido de mis pies al tocar el suelo, el tacto de los objetos entre mis dedos. Además, mover las cosas por pura fuerza de voluntad y volar, incluso distancias cortas, resulta extenuante. Como bien sabes, puedo hacerlo si resulta necesario, pero es mucho más sencillo utilizar las manos para hacer las cosas.

Un cantante puede hacer añicos un vaso si logra dar el agudo preciso, pero la manera más fácil de romper el vaso es, simplemente, dejarlo caer al suelo.

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