Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Silencios impertinentes.


Caminar en la cuerda floja es algo que ya no me parece tan incómodo. Me he acabado acostumbrando. Terminé por descubrir que el enemigo de mi propia sonrisa se hallaba dentro de mí. Yo misma me niego ser feliz, y aunque no adivino un porqué que tenga algo de lógica, la presión en el pecho a veces me concede un tiempo muerto y se desvanece entre quejidos nocturnos.
Me desvelo y puedo verme reflejada en cada uno de los sueños que no he contado porque me da miedo perderles de vista. Acabé creyendo de verdad que nunca osan a cumplirse si los cuentas. Tampoco si confío demasiado en que se cumpla alguno de ellos, incluso el más absurdo.

La charla interna nunca me ayuda a sacar nada en claro, por eso la evito. Otra de las muchas cosas que no debería hacer y hago.
Puta forma de ser. Maldita sea, yo, una y mil veces. Y otras muchas veces en que ni de mal decirme me quedan ganas.

Sigo cayendo. Cayéndome. Me aferro más por cabezonería que por fuerza de voluntad.
Quiero hacer demasiadas cosas para pensar de nuevo en rendirme.
Soy estúpida.



Quiero ahogarme en esta locura que me despiertas.

No hay comentarios: