Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

lunes, 2 de abril de 2012


Es cuando estoy contigo y me miras, y te miro yo después, y surge esa magia extraña entre nuestras miradas, ese clima curioso por todas las cosas que aún desconoce, ansioso, ansioso por poder besarte. Es el cosquilleo en la tripa, el roce de mis manos con las tuyas, como si no existiera nada más, como si nunca hubiese rozado otras manos. El calor de tu cuerpo. La risa tonta que intentamos evitar. Es el mirarte y sentir que tú también lo sientes. Son los gestos, el pequeño movimiento que hace que tu cuerpo se aproxime al mío, como si lo hubiese estado deseando toda su vida, y como si una vez pegado, no quisiera separarse más. Son todas y cada una de las palabras que salen de nuestras bocas con toda naturalidad, sin la necesidad de ser pensadas, como si sólo pudiésemos tener esa conversación el uno con el otro, como si nadie más existiera. El sentir que no me importaría seguir en ese estado contigo durante toda mi vida, el sentirlo sin saberlo, sin ninguna explicación, como algo natural, tan inevitable como respirar.

No hay comentarios: